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¿Cómo me identifico con LION?


Estoy preparando viaje a la India en estos días y que mejor que volver a conectar con este maravilloso país que a través de la película “LION” (Camino a casa). Varias historias me gustaría compartir hoy tras una emocionante película, solo comparable a la descripción de la India que hace Dominique Lapierre, un viaje sin moverse del sitio.

La primera historia y sobre la que gira la película es el extravío de Saroo, que se queda dormido en una estación de tren mientras su hermano mayor se va a ganar algo de dinero. Cuando este regresa ya es tarde, Saroo se había subido a un tren donde se quedó dormido y éste le llevo muy lejos de su aldea natal, una aventura estaba a punto de empezar. Camina solo por una ciudad que no conoce, pasa hambre, mendiga y duerme en la calle, se libra la mafia en varias ocasiones, el destino quiere que no acabe en los burdeles o como esclavo… y no entraré en más detalles para no contarles toda la peli.

El caso es que sin tantas aventuras desafortunadas, o al menos sin pasar tantas necesidades, he podido vivir la soledad que genera la distancia con mi familia y la búsqueda de mi camino. Creo que la familia nos cría pero debemos volar, caminar solos hasta encontrar, conocernos haciendo, viajar para regresar, desarrollar nuestro potencial. Creo que nuestros padres tienen que aprender a soltar, aunque sea duro y generé un vacío, aunque no le encuentren sentido, para dejarnos volar, única forma de crear y crearnos como personas.

La película también nos lleva a ver la realidad de un orfanato local, la pobreza extrema de las ciudades y la falta de cuidado y cariño para niños abandonados en las ciudades. Mi primer viaje a la India también me llevo a ver un orfanato, enfocado en ayudar a niños y jóvenes discapacitados, acogiéndolos en una casa que se convertía en su hogar. Creo que nunca antes había sentido el Amor de una forma tan especial. No se puede explicar la sensación de compartir lo más valioso que tenemos, nuestro tiempo, con personas excluidas de esta sociedad.

La segunda historia que me llama la atención es sobre la familia que adopta a Saroo, ya que en un momento de discusión reconocen que sí podían tener hijos, pero que algo que les unía como para desde un comienzo fue su deseo de no tenerlos, para brindar oportunidades a otros niños que lo necesitaban como ellos, considerando que ya el mundo tiene suficientes personas y asumiendo una gran responsabilidad y conciencia.

Resulta que en este momento de mi vida, después de encontrar mi camino y formar una familia, estamos dando los primeros pasos para hacer realidad también este deseo de adoptar. Desde que nos conocimos este aspecto nos unió más, esta forma de ver la vida tan especial. El pasado año estuve en Ghana, donde me encontré con la realidad de que están cerrando la mayoría de orfanatos del país, y las adopciones se realizan a familias locales. No perdemos la esperanza, en unas semanas viajo a India donde volveremos a explorar con personas locales, la oportunidad de brindar a un niño o niña un futuro lleno de esperanza y posibilidades.

Hay un aspecto en la película que me hace cuestionarme, y es el hecho del cambio cultural tan grande entre India y Australia, negándole al niño en su crianza esa realidad de su país natal. Sin embargo, en nuestro caso, considero que el impacto negativo será menor debido a nuestra vocación. Debido a que cada cierto tiempo regreso al país y viajamos a muchos otros, considerándonos ciudadanos del mundo e inspirando sobre esta forma de vida y este camino a otros.

La última idea sobre la que reflexionar es la búsqueda de propósito o significado en la vida. Finalmente el protagonista la encuentra, o más bien la vida le ayuda a pasar a la acción en una dirección. Saroo encontró su propósito en la búsqueda de su hogar, para poder regresar a una familia que nunca dejo de esperar. Saroo no se conforma con llevar una vida cómoda y en pareja, sino que emprende esta aventura porque no para de darle vueltas en la cabeza. La comodidad está reñida con la libertad, un precio muy alto que no está dispuesto a pagar.

Son ya casi 7 años enfocado, con claridad sobre mi propósito y un camino andado. Son días felices, creativos e iluminados, donde me oriento a servir a otros y ayudarlos a desarrollarse como hermanos, inspirándoles para buscar su camino y no parar hasta encontrar el mismo. Dedico el 100% de mi tiempo a los demás, a través de diferentes proyectos, actividades o estrategias orientadas a servir y darme cada día más. Hoy los puntos se unen y veo un antes y un después en mi vida, unas experiencias pasadas que me ayudaron a crecer y desarrollar mi propuesta de valor, unas personas y unos trabajos que desarrollaron mi mejor versión.

Y tu, ¿Cómo te identificas con LION?

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