Con mi socio africano Wisdom tenemos un código, donde hay dos tipos de noticias, las malas o las “Ma Waningye News” (noticias que llevan el nombre del hostel que acabamos de abrir este año en Ghana, que significa estar feliz). Me encanta mantener la intriga cuando le comparto "Ma Waningye News", es como un juego donde le digo que tengo una buena noticia, pero no acabo de contársela para disfrutarla al máximo unos días.
Esta semana sin embargo, recibo una mala noticia, no hemos sido seleccionados como ganadores del premio de NATURA con nuestro proyecto Asuoya Learning Centre en Ghana. La verdad es que creo que hemos estado muy cerca, pues recibimos una puntuación de 49 y los ganadores por encima de 50. Hemos trabajado duro varios años y especialmente estos últimos meses para redactar un buen proyecto, para presentarlo y tratar de lograr los fondos para financiarlo.
Sinceramente, tenía una gran confianza de poder lograrlo, porque mostrábamos una estrategia de sostenibilidad muy clara y también de empoderamiento de la comunidad. Sin embargo, no fue así como sucedieron las cosas y otros proyectos recibieron mejores notas. Ha sido una desilusión grande, porque suponía el broche de oro para este año, pero toca seguir trabajando. No hay tiempo de llorar o lamentar, seguimos recibiendo voluntarios internacionales, buscando apoyos y promocionando el hostel para lograr los fondos.
Es normal sentir tristeza con una noticia así, pero no perdemos el ánimo, no vamos a tirar la toalla o vivir derrotados, porque si no tenemos los fondos sin embargo tenemos el tiempo, le vamos a dedicar una vida entera al proyecto, estamos convencidos de lo que hacemos y vamos a trascender o dejar la vida en esto.
Estoy tranquilo, recupero la ilusión con el viaje de algunos voluntarios estos meses finales del año, con una donación recibida de una gran compañía y otras de voluntarios y colaboradores particulares, me agarro a lo positivo y sigo mi camino. Al igual que los deportistas aprenden a gestionar sus emociones frente al éxito y el fracaso, yo hace ya tiempo que aprendí a gestionar la soledad, tanto en los momentos de victoria como de derrota.
