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La desigualdad


Esta semana estuve en Cali y veo la misma pobreza y desigualdad por todas partes. En Cartagena me paso igual, creía por un momento que estaba en Africa. En todos los lados pasa igual, Colombia es un país con gran desigualdad.

Por un lado puede generar rechazo, personas queriendo lavar el vidrio del carro, pidiendo en la calle o durmiendo en cualquier parte. Robos en las casas, robos de coches, atracos a mano armada o en moto cualquier día de la semana. También cuando se acercan personas medio desnudas o vestidas con harapos, personas con un olor fuerte o llevadas por el bazuco barato.

Por otra parte, pueden generar compasión, al ver las condiciones en las que viven, la cantidad de niños condenados a la pobreza, a trabajar desde pequeños y no ir a la escuela. En estos momentos también el problema con Venezuela, viendo cantidad de personas caminar por las carreteras, con niños y una mochila a cuestas, tratando de huir de la violencia y la pobreza extrema, tratando de arrancar una nueva vida lejos de su tierra.

Hay varias opciones, ninguna es mejor que la otra, cada uno debe encontrar su verdad y vivir la vida como quiera. Hay personas que prefieren vivir aisladas, en conjuntos residenciales con guardas de seguridad en la puerta, con ascensor, piscina y cámaras de vigilancia 24 horas activas, con parqueadero privado o incluso carro blindado. Hay personas que se centran en sus trabajos o en sus empresas, en cuidar de sus familias y animales de compañía, en viajar y pasear a la finca, en vivir su vida.

Otras personas viven más cerquita, ven la realidad al salir de casa cada día, tratan de involucrarse y ayudar a sus vecinos, trabajan también duro por sus familias, pero viven en comunidad y comparten con la gente del barrio mucho más. Son personas más sensibles a la desigualdad, con gran corazón y ganas de justicia social. Son personas anónimas que pasan por la tierra sin brillar, sin grandes condecoraciones o reconocimientos especiales, personas que se van sin funerales multitudinarios pero habiendo entendido que la vida se trata de compartir, de dar al máximo.

También las hay que dedican su vida a los demás, defienden los derechos humanos de otras personas, luchan por la tierra y porque el hombre no acabe con la naturaleza, ayudan a jóvenes a salir de las drogas, luchan contra la trata de personas, se dedican a formar jóvenes o mejorar la situación económica de las familias campesinas, son personas dispuestas a arriesgar sus vidas, son personas comprometidas.

De nuevo, no hay una opción mejor que la otra, cada uno vive según sus creencias y el mundo sigue girando y lo seguirá haciendo cuando ya no estemos sobre la tierra. En 38 años he podido vivir de las dos maneras, mirando hacia adentro y mirando hacia afuera. He vivido 30 años pensando en mi y 8 años orientado a los demás, no se puede comparar. Lo único que puedo compartir es mi experiencia y la verdad que han sido los 8 mejores años de mi vida, conectado con un propósito y encontrándole más sentido a la vida. Usted decida!

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