Hace tiempo que tomamos la decisión de comprar un coche, para evitar que Lucía se quede hasta las 5 de la tarde en la guardería. Quiero ser un padre moderno, dedicarle tiempo a mi hija y compartir las tardes en familia. Quiero dedicarle tiempo, algunos hablan de cantidad y otros de calidad, yo creo que crece muy rápido y solamente se que quiero estar.
Nuestro presupuesto era muy reducido, ya que nuestro estilo de vida está bien definido. De antemano sabía que podíamos comprar a crédito, o entregar un coche al concesionario y sacar otro nuevo, pero ninguna de las dos opciones estaba en el tintero. No me gusta endeudarme, es algo que aprendí por las malas cuando quebré mi primer negocio, que no es bueno deber dinero, ni para uno ni para nadie. No tengo tarjeta de crédito y compramos siempre en efectivo o con tarjeta de débito. En una o dos ocasiones nos han prestado en la familia, pero rápidamente lo hemos devuelto para evitar caer en la trampa del crédito. Considero que no vivimos por encima de nuestras posibilidades, que tenemos calidad de vida y somos unos afortunados en mi familia.
Después de unos meses buscando, decidimos comprar un Land Rover Santana para la vereda, un coche antiguo pero duro, que va muy bien para las pistas de tierra o carreteras destapadas que tendré que cruzar todos los días para ir a la guardería, debo subir la montaña de Tenjo a Chía. Es de 1963, me encanta comprar carros más antiguos que yo, me hacen sentir joven y apuesto. El mecánico me dice que es casi como un tractor, que los coches de esa generación duran toda la vida, que la mecánica se arregla y las piezas se encuentran, que es un modelo español, hecho en aluminio, que es un coche de trabajo, tiene doble y bajo, que sube como ninguno y que es para ir tranquilo sin acelerar mucho.
Nos ha costado un 10% de lo que vale un 4x4, o un 5% de una Toyota Land Cruiser Prado. Es increíble, como puede uno encontrar un coche con personalidad por esa cantidad, siempre me han gustado los clásico, pero sobre todo un coche austero para no sobresalir en el campo.
