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CONCENTRACIÓN


Soledad, Silencio…. Concentración. Esta son las 3 palabras mágicas que están ayudándome a desarrollar mi potencial, a crecer cada día más.

Sin duda ha sido clave saber aislarme y buscar un lugar ideal para vivir y trabajar. Desde hace años recorro el mundo visitando proyectos sociales y conectando con líderes conscientes. Pero necesitaba un lugar en Paz, donde poderme refugiar, donde sentarme a pensar, escribir y conversar. Ese lugar se llama Tabio y la casa que arriendo está en una vereda al pie de una montaña, donde a veces se va la luz y el agua llega de un manantial. Pero tenemos algo que es fundamental, conexión a internet de alta velocidad.

En el siglo XXI, he sabido escoger mi lugar. Se trata de no convertirme en un ermitaño, de seguir conectado para generar impacto. Son uno o dos los días a la semana los que visito Bogotá, la ciudad de más de 8 millones de habitantes que me conecta con la globalidad, que me permite conocer las problemáticas sociales y noticias de actualidad, que me ayuda a seguir aprendiendo y compartir con los demás.

El resto de la semana no estoy para nadie más. Me refugio en mi hogar, donde puedo enfocarme en las cosas importantes y no ocuparme o perder el tiempo desplazándome. Es ese el momento para concentrarme. Hace unos 5 años aprendí a planificar, a diseñar estrategias para lograr objetivos y hacer sueños realidad; para avanzar y enfocarme en el progreso, para lograr resultados realizando pequeñas actividades y esforzándome todo el tiempo.

Desde entonces trabajo por bloques de tiempo. Básicamente comienzo el día planificando la jornada, no me lleva más de 5 o 10 minutos y me da claridad, un rumbo, un norte, un lugar donde llegar. Sobre todo me permite dividir las tareas en bloques de 25 o 30 minutos para concentrarme y olvidarme del resto. Cada bloque es una pequeña actividad relacionada con un objetivo mayor que me he comprometido a lograr. Entonces es cuando todo fluye y alcanzo máxima productividad. Engaño a mi cerebro marcando (chuleando como diríamos en Colombia) cada actividad realizada con éxito, cada vez que concluyo una tarea, es como si me felicitara por ello. Me centro en la siguiente y me estoy mandando un mensaje de progreso, de que estoy avanzando a cada momento.

Es cierto que la naturaleza y falta de distracciones ayudan para ello, pero también es una decisión que he tomado, esforzarme al máximo cada jornada como un entrenamiento de alto rendimiento. La concentración es clave para evitar ocuparnos y poder enfocarnos, para centrarnos en lo importante y no siempre en lo urgente, para hacer volar nuestra imaginación y creatividad, para unir puntos, conectar ideas y fluir cada vez más. Ya sea que esté respondiendo correos, escribiendo o hablando por skype, leyendo o escuchando un podcast, diseñando una experiencia o difundiendo por redes sociales algún material, me dejo llevar, me dedico a una sola cosa en cada momento para lograrla en el menor tiempo.

También la concentración me ayuda a valorar las cosas mucho más, me ayuda a saber agradecer, escuchar y aprender a contemplar. Que lujo cuando me sumerjo en un libro, o cuando simplemente salgo al porche a tomar un tinto, a disfrutar del paisaje y desconectar, o cuando cojo las tenis (playeras) y me pongo a correr por la vereda para volverme a inspirar, cuando escucho el cantar de los pájaros o veo un colibrí bailar, cuando veo amanecer o atardecer lejos de la ciudad.

La concentración es una habilidad que muchas personas han perdido en estos tiempos, sujetos a ruidos de móviles (celulares) y anuncios o tentaciones que nos rodean en todo momento. Pero yo creo que podemos hacer algo al respecto, podemos crear espacios de Paz, sencillos pero llenos de tranquilidad, con muy pocas cosas pero con mucho silencio, sin dispositivos, televisiones o distractores, pero con tableros, hojas y marcadores. Podemos rodearnos de un paisaje agradable o de paredes de color blanco y una luz natural amigable. Podemos también poner cuadros, frases o imágenes que nos gusten, algún cojín o alfombra confortable, una mesa vacía, que nos permita tenerla siempre ordenada para mantener la concentración al día. Este espacio sin igual, puede ser un estudio, un rincón del salón o toda una habitación, también puede ser una cafetería, unas mesas en una universidad, una sala de juntas o una terraza con vistas al mar.

Y tu, ¿como te relacionas con la concentración?

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