Se trata de la pobreza del alma, esta que viven muchos jóvenes y no tan jóvenes en este momento de la historia, teniendo de todo pero no valorando nada, viviendo placeres en exceso que no los trae paz, sobrecualificados pero sin adquirir experiencia laboral, trabajando con estrés pero sin encontrar la vocación de servicio en cada actividad, desesperados y con ganas de tirar la toalla. Se ha dicho que el trabajo humaniza, se hablaba de la santificación a través del trabajo, que el trabajo es vida, incluso Gandhi dijo que una persona puede desarrollarse íntegramente a través del trabajo, por tanto el desempleo deshumaniza, es uno de los grandes problemas de nuestros días.
- Creo que una solución para luchar contra la tristeza, la desesperación, la crisis, la depresión, la soledad y falta de amor es el servicio al otro. “Voluntariar" (Luis Rojas Marcos) es una gran estrategia para recuperar la felicidad, para sentirnos amados y parte de algo. Trabajar por el bien común es sano, aumenta la autoestima y el agradecimiento, se encuentra la vocación y significado, dejamos de mirarnos al espejo para orientarnos a los demás y darnos.
- Otra estrategia es el desarrollo de habilidades y el aprendizaje continuo, desde casa, cada día, entrenando como un campeón olímpico. La vida es cuestión de actitud y esta se puede entrenar. Podemos comenzar regalándonos 30 minutos o 1 hora, invirtiendo en nosotros para generar valor a los otros. Se trata de establecer rutinas y crear hábitos efectivos, que nos hagan sentirnos mejor, crecer y desarrollar nuestro potencial humano. Yo veo vídeos inspiradores, rezo, medito, escribo un diario, hago ejercicio, veo amanecer, realizo afirmaciones, me ducho con agua fría, leo, planifico el día, desayuno y doy de comer a las gallinas. Son rutinas en la mañana que moldean mi carácter, que me dan energía y control sobre mi vida. Se puede hacer en la noche o al mediodía, busca tu momento para crecer y desarrollar tus talentos.
- También funciona aislarse de los ruidos, poner filtros a las noticias y barreras a personas tóxicas, buscar un lugar inspirador para entrenar al máximo. No pierdo la esperanza, tengo fe y se que todo cambia (Mercedes Sosa), trato de investigar y rodearme de noticias positivas, de proyectos utópicos que inspiran al resto, de emprendedores sociales que transforman las organizaciones, de líderes conscientes que ponen delante los valores y la ética, trato de ser auténtico y entrenar cada día para ser el mejor en esto (René. Calle13).
Nueva edición: El Árbol de la Vida
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