En las últimas conversaciones que estoy teniendo las personas con las que hablo se quedan sorprendidas por mi entusiasmo. Para mi es algo normal, todos los días haciendo realidad un sueño, construyendo este nuevo proyecto, pero la verdad que para otros no parece serlo. El distanciamiento social no puede acabar con la energía vital.
En lugar de ver televisión en casa o leer la prensa, me dedico a conversar con personas inspiradoras. En estos últimos meses he conversado con más de 100, personas auténticas, conectadas con un propósito, a las que les brillan los ojos. Siento que aquí está la clave, que la energía puede contagiarse. Considero que soy un vampiro en el buen sentido, que me emociono y conecto con las historias de otros, que me llenan de energía, me alegran el día, que hay conversaciones que no olvidaré en toda la vida.
Estas conversaciones hoy tienen lugar en el marco de The SOCIAL MBA, pero antes eran conversaciones entorno a voluntariado internacional cooperación y Hola Ghana. No importa el asunto, importa la calidad humana de las personas. Creo que todos podemos abrir nuevas conversaciones todos los meses, buscar personas que nos muevan, escuchar sus conferencias o podcasts. Se trata de alimentar la mente con buenas historias, con mensajes esperanzadores, con ideas transformadoras. Se trata de entrenar todos los días, de hackear nuestro sistema para superar los miedos que la sociedad actual nos impone, conectando con la parte humana de todos los que la componen.
Para comenzar puedes identificar un tema que te apasione, buscar a los expertos o personas que hablen de eso, escuchar su mensaje e ideas principales, comenzar a aprender y a conversar sobre el tema también, para luego perder el miedo y contactarlos para conversar en directo. Sin ir más lejos, hace unos días contacte a Brian Robertson, fundador de Holocracy por Linkedin. Recibí respuesta y hoy hablé con un miembro de su equipo para conocer de su trabajo en Latinoamérica. Ya les extendí la invitación para colaborar juntos. Lo demás es historia, que salga o no la colaboración no es lo que importa. Lo que importa es atreverse, contactar a las personas con un propósito y tener conversaciones de valor con otros.
Te atreves a conversar, prueba la Teoría del Tinto y te sorprenderás.
