Emprender con propósito o por propósito es lo opuesto a emprender por plata, por hacer fortuna o conseguir fama. Ese era el principal motivador para muchos jóvenes en el siglo pasado, pero las prioridades de los millennials han cambiado. Emprender con propósito es desarrollar una estructura, sistema, movimiento u organización para generar impacto social o ambiental, para transformar la realidad, para generar un impacto positivo en el mundo actual. Se trata de desarrollar productos o servicios como las empresas tradicionales pero con el principal objetivo no de repartir beneficios a final de año, sino de generar impacto. Emprender con propósito es algo muy personal, que parte de haber podido vivir experiencias personales y profesionales suficientes como para conocerse a uno mismo, y de haber elevado el nivel de conciencia como para sentirse parte de un todo, como para desarrollar la empatía por los otros. Emprender con propósito es una declaración de intenciones, una compromiso con la humanidad y el planeta, una manera responsable y comprometida de vivir la vida. El objetivo de un emprendedor con propósito no es el reconocimiento público o social, sino transcender, que algo de lo que haya en los próximos años sirva para mejorar la vida de alguna persona o dejar el mundo un poco mejor para las próximas generaciones.
¿Cómo convierto mi pasión en mi forma de vida?
Con un entrenamiento y mucha disciplina. Para poder vivir de nuestra pasión, es importante dedicar tiempo diariamente a conocernos, descubrir lo que nos gustas y explorar aquellas cosas que se nos dan bien hacer. Estableciendo rutinas y hábitos diarios, es posible construir la actitud, nuestra forma de estar en este mundo, de afrontar la vida, con sus sin sabores y alegrías. Lo más importante para vivir de lo que nos apasiona es desarrollar la autoconfianza en uno mismo y nuestras ideas.
El segundo aspecto importante, es ir construyendo un capital relacional o red de contactos. Conectarnos con personas positivas, con buena energía, que ven el mundo con optimismo y tienen una forma de entender la vida muy alineada a la nuestra. Es importante cuidar estas relaciones, y para ello lo mejor es generar valor, no estar esperando recibir sino darse a los demás, tratar siempre de ayudar y conectar, dedicar tiempo de manera sistemática a servir y dar.
Y el tercer aspecto importante es copiar, o aprender a replicar las ideas que otros utilizan para vivir de pasiones similares a las nuestras. Se puede copiar una página web, un portafolio, un producto o servicio, una manera de comunicar y comercializar, nuevos productos o canales de ventas, modelos de negocios y estrategias, uso de tecnologías diversas…
En resumen, comenzando por disponer de un espacio de desarrollo persona diario, para construir nuestra actitud, confianza y optimismo, conectarse con personas que se dediquen a lo que nos apasiona para conocer mejor como lo hacen y convencerse de que es posible, de que alguien ya lo hizo antes, y por último, replicar o copiar las mejores ideas, pasar a la acción, intentarlo, equivocarse y seguir adelante.
