Acabo de hablar con un líder social y del mundo me vuelvo a enamorar. Es increíble como las conversaciones con personas con las que se comparten los mismos valores, le suben el ánimo a uno, lo llenan de ilusión por estar en este mundo, lo conectan con la belleza de la vida, con las posibilidades y grandes oportunidades, con la humanidad y rompen el distanciamiento social.
En apenas 1 hora nos hemos puesto al día y hemos explorado colaboraciones conjuntas, vemos muchos puntos y bajamos compromisos concretos, intercambiamos ideas y nos conectamos con el propósito compartido, llegamos a acuerdos y generamos la confianza haciendo. Es un lujo conocer personas felices y con propósito, comprometidas con el planeta y con los otros. Personas abiertas que comparten ideas, contactos y recursos, que saben que se llega más lejos juntos.
Sigo trabajando un día más, pero con energía renovada, sabiendo que no estoy solo y que cada día son más las personas que piensan en el otro, que la mayoría de la gente es buena y que podemos colaborar para dejar un mejor planeta. Me doy cuenta que no es un tema de edad, de religión o de color, es un tema de humanidad, con muchas personas surge una conexión especial y se dan las cosas de manera natural para poder colaborar.
Y tú… ¿Sientes la conexión?
