Una vez más la vida lanza señales que uno tiene que interpretar, cuando ya había renunciado practicamente a la idea de pasarnos a una furgoneta, se estropea nuestro coche, mi hermano tiene que cambiar el suyo y vendemos la caravana, se creo la oportunidad perfecta como por arte de magia.
Entiendo la furgoneta como un recurso alineado a nuestro estilo de vida, como una herramienta pedagógica y de construcción de familia, como un conector y herramienta útil para diseñar experiencias inolvidables, como una forma de vida en coherencia con nuestros valores, con una vida ligera, nómada y sencilla. El presupuesto no dio para más, nos fuimos por una furgoneta de 30 años de antigüedad.
Pensando en los motivos que nos llevan a realizar esta compra (porque creo que es importante reflexionar en lugar comprar por impulso como nos incitan con los anuncios), me doy cuenta que nuestro plan favorito en familia es salir a hacer picnic los fines de semana, también los viajes por carretera y dormir rodeados de naturaleza.
Creo que es importante para nosotros no endeudarnos, vivir con tarjetas de débito sin comprar a crédito, no caer en la trampa de los prestamos pre-concedidos, vivir de alquiler en lugar de pagar hipoteca, no tener muchas pertenencias ni tener que hacer uso de un camión de mudanzas cada vez que cambiamos de casa, disponer de un solo vehículo, y sobre todo no vivir por encima de nuestras posibilidades, tratando de aparentar o encajar para lograr la aceptación social.
Y tu… ¿Reflexionas antes de comprar?
