Siempre estaré agradecido a mis padres por acercarme a la Naturaleza de forma constante, un gran regalo, recuerdos imborrables, una educación tan valiosa para la vida como para el corazón.
Con mi papa íbamos a cazar, no es que me enorgullezca mucho de haber matado algunos pájaros, pero sin embargo, ir a cazar era algo extraordinario. Madrugábamos mucho, antes de ponerse el sol y con la temperatura bajo cero, salíamos del coche para caminar por el páramo, por los campos de trigo buscando codornices a tiro. Era un espectáculo caminar por esos parajes de Palencia y Burgos, viendo el instinto de los perros siguiendo el rastro, como se quedaban inmóviles y levantaban las piezas o iban a cobrarlas y las traían de vuelta.
A media mañana siempre comíamos algo, ese pan de torta y "queso manchego" sabía diferente y hasta hoy se grabo en mi mente. Me gustaba de vez en cuando cargar la escopeta o llevar las piezas (codornices, perdices o liebres); me hacía sentir más hombre que niño, una responsabilidad que me hizo madurar. La verdad es que no era muy bueno disparando y en realidad disfrutaba mucho más caminando, observando, escuchando, contemplando, saboreando o descansando.
Recuerdo con gran cariño cuando nos quedábamos con mi mama varias semanas en el puntal, una lengua de arena frente a la bahía de Santander en España (Santanderinos somos los lugareños, saludos también a los Santanderianos de Bucaramanga). Dormíamos en tiendas de campaña (carpas), nadábamos y cogíamos olas en el mar, jugamos al escondite o al fútbol en la arena, navegábamos en lancha por el río Cubas cuando lo permitía la marea.
Tuve una infancia muy feliz y hoy sin duda puedo valorarlo más, estar más agradecido a mis padres y a la vida por todas estas oportunidades. He podido conocer muchos niños que pasan verdaderas necesidades, que no disfrutan su infancia porque trabajan desde edades tempranas, que no pueden estudiar por falta de recursos en casa o que desayunan en la mañana y no comen hasta el otro día nada. Pronto espero ser padre y sin duda la Naturaleza será mi pedagogía, una parte importante de mi vida, una forma de estar aquí que se transmite con el ejemplo y es fácil de seguir.
