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La oportunidad

Llevo 10 años con Hola Ghana, muchas horas de vuelo, mucho entrenamiento en casa y en terreno, muchas conexiones y proyectos, mucho por aprender para considerarme experto. Llevo más de 5 años en Colombia entrenando una rutina, levantarme a las 4am cada día. Esa hora de calidad para aprender, para estudiar, para formarme, conocerme y conectarme con un propósito, para organizar pensamientos e ideas, para hacer ejercicio espiritual y físico, para contemplar la belleza, de las historias que veo o que leo y del sol despertando en el horizonte eterno. Sin duda me hace sentir bien, empezar así el día es una maravilla, disponer de soledad a diario es una necesidad en mi vida.

Y después de mucho tiempo llego la oportunidad y no me lo creía. Tuvieron que pasar varios días para darme cuenta, para entender que ha llegado la hora y hay que echar todo a la sopa, tengo que arriesgarme para lograr lo que quiero, tengo un gran proyecto entre manos al que le ha llegado su momento. Empiezo a trabajar de lleno, a investigar, a escribir y hacer bosquejos, empiezo a diseñar en mi agenda y papeles que encuentro, las ideas llueven en mi cabeza y trato de atraparlas como puedo, algunas noches incluso me desvelo, no encuentro el interruptor, la cabeza sigue girando. Estoy realmente emocionado, lo veo muy grande, entiendo la responsabilidad de poder impactar en miles de jóvenes con este proyecto, me pellizco pero estoy despierto.

Comienzo a diseñar una página web, rápidamente compro el dominio y me pongo también a elaborar un brochure con el contenido. Sigo investigando, haciendo cambios, sobre todo copiando, ya que está todo inventado, me fijo en los mejores, busco ejemplos internacionales, miro aplicaciones, diferentes versiones, estudio formatos y precios, metodologías y nuevas tecnologías, esta resuelto, tengo el formato y voy a lanzarlo. Entonces comienzo a validarlo, hago algunas llamadas a amigos para empezar a contarlo, para ir elaborando el Pitch, para ir validando la idea mientras voy entendiéndola. Las primeras sensaciones son muy buenas, parece que voy por buen camino y el proyecto despega.

Ahora llego al cruce, hay dos opciones, una seguir solo y otra acompañado, una con bajo presupuesto y otra con equipo de trabajo, una empezando de cero y otra con un experto, una sin socios y otra aprendiendo a colaborar y ceder para llegar lejos. No creo en las casualidades, escucho a mi intuición y parece que ha llegado la persona correcta en el momento adecuado, esa sincronía de la vida que muchas veces pasamos por alto. Sigo al corazón, la decisión está tomada, compartido el éxito sabe mejor, vamos a lograrlo!

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