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¿Cómo conocí a Pepe Mujica?


El día 31 de octubre empezó de una manera sorprendente, al conocer en el desayuno a un francés que estaba realizando un rally con un citroën Tiburon por Latinoamérica; admiro las personas que siguen sus sueños y probablemente nos volvamos a encontrar en Colombia.

Salí a las 9am del hostel y después de caminar más de 1 hora para encontrar un cajero porque no tenía efectivo, tomé el primer bus. El conductor fue especialmente amable, me contó la historia de un hombre árabe que se desnudo a las puertas de la casa de Pepe y dijo que se inmolaría, me mostró bien la ruta, me dejó en el terminal y me explicó al detalle. Al llegar al terminal, me acerqué a una taquilla y los dos hombres se esforzaron también para indicarme la dirección que tenía que coger. Inclusive, se subieron conmigo al bus y le explicaron al conductor donde debía dejarme. Cuando persigues tus sueños el universo conspira a tu favor!. En ese bus conocí al Kike, que me habló de ratón y otros amigos del viejo Pepe, de la dictadura y su paso por la marina... fue una gran compañía e incluso se pasó de parada sin darse cuenta por seguir conversando conmigo. Desde donde me dejó el bus me tocó caminar una media hora más, pero sentía que lo iba a lograr.

A las 12 llegué al control de la casa de Pepe. Tras intentar hablar con Gabriel, el policía en la puerta, éste me dijo que había salido y que no atendía sin cita previa, que lo mejor sería que me fuese al parlamento para pedir cita a su secretaria. Le dije que le agradecía el consejo pero que si no le importaba prefería esperar y así lo hice durante 1 hora bajo el sol abrasador, aunque tampoco me aseguró si volvería. Mujica actualmente sigue siendo senador. En realidad no perdía nada por esperar allí todo el día, ya que era el principal propósito de este viaje y así lo había imaginado. Había pensado también en un plan B, C y D para hacer realidad este sueño.

- Estoy sentado frente a la casa de Pepe cultivando mi paciencia y cuestionándome también de donde nace esa admiración del ser humano por otras personas. En un sentido, creo que puede nacer desde la carencia, la falta de algo, de estar incompleto. Pero por otra parte, simplemente de la naturaleza del ser humano, que busca el sentido de la vida, su propósito y la verdad.

Cuando me reciba, me gustaría conversar acerca del éxito, de la felicidad y del impacto social. También quiero preguntarle sobre sus hábitos y contarle de los hábitos de propósito que sigo. Me gustaría pedirle consejo sobre mis estrategias para dedicar mi vida a un propósito, los próximos 43 años. Me siento como un niños chiquito, que quiere la camiseta de su jugador favorito. En realidad, critico a los que se hacen fotos y piden autógrafos a otros (porque creo que merece mucho más la pena acercarse a las personas con una propuesta o con un propósito), pero sin duda pienso que ayudaría mucho a transmitir mi mensaje una foto o unas palabras de Pepe. El EGO quiere entrar en juego, incitando a visibilizar el logro sin importar el contenido. El SER, quiere conectar con el corazón, tener una conversación poderosa que ayude a crecer y seguir conectado a un propósito. El momento está cerca... -

Allí seguía esperando, y aproveche bajo el sol para planear los objetivos de la semana y escribir una carta a mi esposa. De hecho, justo en ese preciso momento pasó rápido el coche que llevaba a Pepe y no me vio. Le dije a Gabriel pero ya era la 1pm y preferí no insistir porque era la hora de comer. Estuve un par de horas más bajo el sol y sobre las 3pm me pasé a la sombra y hablé un rato con otro de los policías. Después, probé a darle a Gabriel mi libro ya firmado y dedicado para Pepe, de tal forma que me conociera mejor, y comenzamos una buena conversación (por más de 1 hora). Hablamos de fe, de Dios, de propósito y acabo invitándome a una misa cristiana el domingo... Tuvimos que interrumpir nuestra conversación porque me atacaron unas abejas de un enjambre que había cerca ...y me regresé de nuevo al sol acordándome de mi suegro favorito Eduardo que es apicultor.

No había comido nada pero no me importaba, me acordaba del hábito de Desmond Tutu, de ayunar un día a la semana porque decía que sus hermanos Africanos se seguían muriendo de hambre. Yo no lo hago todas las semanas, pero siempre que me salto alguna comida me conecto con mi propósito, se porque estoy haciendo esto y no otra cosa.

Faltando poco para las cinco, el otro policía vino a decirme que no me podría quedar en la noche por esa zona, porque guardaban un cordón de seguridad. Yo estaba totalmente dispuesto a hacerlo, porque sabía que estaba muy lejos para irme y regresar al siguiente día, pintaba que iba a hacer frío pero aguantaría. Me dijo que me podía quedar un rato más antes de anochecer por si Pepe saldría y justo en ese momento, Pepe cruzó la calle hacía la caseta de los policías. Me dijeron que esperara un momento y Pepe me invitó a pasar. Ahí empezó nuestra conversación por más de 30 minutos, mientras él se iba liando algunos cigarros y tomaba mate.

Sus primeras palabras fueron entre risas, porque había pensado por el título "un camino hacia el alma", que se trataba de un libro religioso, hasta que leyó el subtítulo "la ayuda a los demás como propósito de vida". Empecé haciéndole algunas preguntas, pero me recordó a Zygmun Bauman, ese tipo de personas a las que no se las entrevista, se las escucha. Comenzó hablando de España y la pena que le daba ver los pueblos vacíos, tan bonitos y sin gente. Después hablamos del proceso de Paz en Colombia, del capitalismo y del éxito que vende la cultura. Le conté lo que hago y sobre mi propósito y me dijo... "No vas a cambiar el mundo, pero si algunas personas..." volvió el silencio, esos silencios que hablan más que las palabras.

Después Pepe filosofó un momento sobre el tamaño de las ciudades griegas y como es necesario vivir en ciudades más pequeñas, poniendo el ejemplo de Paris, con sus ciudades dormitorios y las largas distancias de recorrido diario para las personas. Respondiendo a una pregunta me dijo que era un pesimista alegre. Sobre España, recomendó que se fijase en el modelo federal y multicultural de Evo Morales. También considera que es el momento de gobiernos transnacionales y no nacionales, en referencia a Cataluña.

Estuve fijándome atentamente en su ritual de liar un cigarro y después tomar mate, observando, en silencio, se detenía el tiempo. Después le hablé de mi definición de éxito, también del negocio de la pobreza, del vertedero tecnológico de Agbogbloshie y como hacemos las cosas en Hola Ghana. Me sorprendió mucho escucharle sobre la gran capacidad del hombre para hacer el bien y arreglar los problemas que ha creado (con el consumismo) y mencionó por encima dos mega-proyectos hídricos, uno en Estados Unidos y otro en el Sahel. Contaba que habían creado un anzuelo para cada público y clase social, haciendo referencia al Marketing. También compartió sus ideas sobre como se compra todo con tiempo y como las familias se la pasan endeudadas. Habló de la importancia de dedicar tiempo a los amigos y a los afectos. Mencionó un aspecto antropológico sobre el número máximo de relaciones que podemos gestionar y como es una herencia tribal. Hizo también una mención de como una tribu africana considera pobres a los que no tienen comunidad. Por eso es muy importante la comunidad, los amigos y nuestra felicidad. Criticó abiertamente el tema de los inmigrantes en España, reconociendo como llegaron los españoles a Uruguay antaño y afirmó con claridad que la solución pasa por reconocer los pobres de África como pobres del mundo, asumiendo todos responsabilidades. Dijo de Revilla (presidente de Cantabria, mi tierra) que era un gran tipo y le pareció bárbaro el trabajo de Guillermo, quién rodó "Frágil Equilibrio" con muy poco presupuesto y ha sido un gran éxito.

Seguimos un rato y después me invito a pasar a su casa. Fue muy especial, sobre todo cuando me mostró un diario que sacó de un morral. Me lo paso abierto y le pregunté si el escribía, me dijo que no y enseguida supe de quién era. Efectivamente, tenía en mis manos un diario de Ernesto Che Guevara!

Me acompañó a la puerta y antes de fundirnos en un abrazo, me dijo unas palabras que no olvidaré nunca: "Sigue sembrando para que otros cosechen, tu no vas a cosechar".

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