Se acabo la navidad, disfrutamos mucho, nos engordamos y bebemos más de lo habitual. No solo eso pasa a nuestro lado, sino también recibimos más regalos de los que necesitamos. Si esta situación te resulta familiar, te invito a poner reglas para poderlo controlar. En navidad, menos es más, hay que atreverse a decir que NO antes de perder el control, antes de llenar la casa de cosas sin valor.
Cuando abro los regalos y recibo dos jersey, me doy cuenta que no necesito más que uno, así que dejo el otro en España para años futuros. Si durante el año trato de vivir austero, sin ampliar mucho el armario y con lo puesto, no debo permitir que el descontrol de las Navidades arruine mis buenas intenciones y decisiones de vida importantes. No debemos dejar que las compras por impulso abarroten nuestro hogar. También es recomendable aprovechar para tirar, para hacer limpieza y regalar, para vaciar el armario que sabemos que se vuelve a llenar.
Con mis sobrinos pasa igual, veo montones de juguetes y no hay sitio para los nuevos que vienen. Creo que es más sano decir basta, poner algunas reglas a los familiares aunque bien no les parezca en Navidades. Creo que uno tiene derecho a decidir como vivir su vida y la de sus hijos, y no debe limitarse a recibir y dar gracias a cada nuevo juguete o regalo de los reyes magos.
Se trata de valorar cada cosa nueva que entra en casa, como algo que resulte práctico y vayamos a utilizar, no meter cosas en los armarios que no volvamos ni a recordar. Hablo de ropa, juguetes, perfumes o calzado, hablo de hacer la lista de los regalos antes de salir a comprar para no dejarnos llevar por las ofertas y promociones de estas fechas. Ahora llegan las rebajas, y si nos descuidamos se nos va la paga. Te recomiendo evitar salir de compras, agradecer por lo recibido y conformarte con lo que tienes, cerrar esta época de desfase y excesos que la sociedad promueve. Tranquilo/a:
"La felicidad se encuentra en una taza de café”.
El dormitorio de Arlés - Vincent van Gogh