Hoy quiero compartir algunos rituales o formas de celebrar las pequeñas victorias diarias, las buenas noticias, las alegrías que saben mejor compartidas. Lo primero es implementar un hábito, lo segundo trabajar duro para lograr grandes resultados.
A lo largo de la semana ocurren cosas extraordinarias, algunas personas interesadas se deciden a viajar como voluntarias, me contratan alguna conferencia en Universidades o empresas, conozco algún líder social referente, salimos en la prensa, cerramos alguna alianza, compro billetes para mi próximo viaje, me regalo algunos libros, entra alguna donación o gusto mucho mi conferencia sobre propósito.
Todos los días ocurren cosas bonitas y positivas, me preocupo de tomar registro para recordarlas, pero sobre todo me esfuerzo en celebrarlas. En un mundo donde el 90% de las noticias de un diario o un noticiero son negativas, donde los medios de desinformación masiva practican una política del miedo y el terreno, donde la mayoría de políticos nos engañan y muchos empresarios nos descartan, es necesario llevar la cuenta de las cosas mágicas, de la belleza de la vida y de la gracia.
Por ese motivo, diseño estrategias que me permiten ver el vaso medio lleno, un mundo con abundancia de oportunidades, la belleza del ser humano en sus acciones cotidianas, la esperanza del planeta por salvar la madre tierra, el despertar de conciencia. En las noches escribo un pequeño diario, donde recojo algunas victorias o buenas noticias que ocurrieron en el día, me permite dormir tranquilo y amar la vida.
Hay días especiales, donde pasan cosas más grandes, para esos días he diseñado un ritual de celebración importante. Consiste en comprar una botella de vino, un queso curado, unas patatas fritas y un pan baguette para celebrarlo. Es algo sencillo pero muy significativo. Me obligo a que pase, no dejo una ocasión importante sin celebrar, no quiero acostumbrarme y volverlo algo normal. Esa pequeña ceremonia me recuerda mucho a España, son pequeños detalles que hacen de la vida algo grande. Por lo general, me gusta celebrar en mi hogar, aunque en otras ocasiones cenamos de restaurante, algo que no hago con frecuencia y por eso resulta más gratificante. También a veces me hago algún regalo o invito a amigos a casa para celebrarlo.
Te invito a que diseñes un ritual a tu medida y que pruebes a celebrar la próxima buena noticia. Te sentirás bien, será como una palmadita en la espalda, recordarás a tu cerebro que SI SE PUEDE y que IMPOSIBLE NO HAY NADA. A veces también celebro las buenas noticias que le ocurren a buenos amigos y familiares, es sano y maravilloso celebrar las bendiciones que la vida ofrece a gente que amas, es humano, somos hermanos!
