En estos días recibí dos grandes noticias, dos alegrías para terminar el año, algo extraordinario. He sido seleccionado para la final de un importante programa de liderazgo social y también para realizar un anuncio de televisión de una conocida empresa española. Ambas oportunidades me ayudarán a dar visibilidad a Hola Ghana y el trabajo que venimos realizando los últimos 8 años.
He desarrollado un proceso para gestionar el triunfo, una forma mejor de asimilarlo y darle la importancia que merece, una manera de proceder que me hace bien:
Agradecer + Celebrar + Compartir + Registrar
AGRADECER
Siento un alegría que no se como explicar, siento un agradecimiento enorme por esta maravillosa forma de terminar el año, siento un brillo especial en los colores del campo, escucho con más claridad el mensaje del viento, observo con otros ojos las montañas, los mangos bailan con las flores, aprecio la belleza de las estaciones …. Registro todas estas emociones en mi diario, en ocasiones escribo un post y doy gracias a Dios.
CELEBRAR
He seguido mi ritual habitual, para celebrar las victorias y motivarme para seguir mi camino, he abierto una botella de vino. Compramos queso y un pan tierno, patatas fritas y me basta con eso. Hacemos picoteo en la cocina, preparo tostas o montaditos, comemos casi siempre de pie recordando el estilo de España, recordando mi casa. En ocasiones tomo un Gin Tonic, pero no se trata del alcohol, sino de cumplir el ritual de celebración.
COMPARTIR
Comparto estos momentos con mi familia, con mis amigos, con mi esposa, con los míos. Son momentos únicos a lo largo del año, momentos donde sube la adrenalina, momentos de euforia, momentos de reír y hacer algo distinto. Realizo algunas llamadas, utilizo WhatsApp, intento hacer reuniones en casa o simplemente preparar una cena para dos en la cama.
REGISTRAR
Recojo estos momentos en el tarro de las cosas geniales, este repositorio de magia que guardo en la cocina, bien a mano para utilizarlo, para no dejar pasar estas historias y forjar recuerdos inolvidables, que siempre puedo revisar al terminar el año, cuando estoy triste o necesito aire, cuando la vida golpea duro sin esperarlo.
Es importante para mi a lo largo del año, mantener esta costumbre y enfocarme en el progreso diario, en las cosas importantes que pasan en mi vida, pequeñas cosas que me animan para levantarme y seguir adelante, porque el camino es largo y queda mucho por hacer para poder transcender.
