Llega el verano a España, este es un año atípico, pero Julio y Agosto son meses sagrados, son meses de playa. A pesar de todos las recomendaciones, salimos a la calle como si nada, se llena la costa y aquí no ha pasado nada.
La verdad es que durante un par de meses el trabajo se para, no para todos pero si para mucha gente, las vacaciones de verano son lo más importante del año, se marca en rojo en el calendario. Son meses para trabajar a media jornada, para disfrutar de unas semanas fuera de casa, para viajar al menos por España, para visitar amigos y familiares o simplemente para no hacer nada.
Estoy en Colombia y tengo sentimientos encontrados, por una parte hecho de menos el verano, poder ir a la playa con mis sobrinos, subir a la pedreñera, comer helado, caminar con mi mama, desayunar y montar oficina en el Balneario de la Concha, tomar el aperitivo o contemplar el inmenso mar. Por otra parte tengo mucho trabajo, estoy en un proyecto apasionante, lanzamos The SOCIAL MBA y vamos volando, por eso me alegro estar aquí, porque estoy lejos de la tentación de tomar vacaciones de verano y puedo enfocarme en este momento del año.
Aquí generalmente es en diciembre cuando se para, pero el resto del año está todo en marcha. En navidades es el momento de bajar un poco el ritmo, de reunirme con mi familia, descansar y planear el siguiente año escolar. Me gusta vivir aquí, levantarme a las 4am y acostarme pronto, disfruto el campo y caminar por la montaña, invitar a amigos a la cabaña, o simplemente salir con el Santana y hacer un picnic en medio de la nada.
Por lo general, paso 10 de los 12 meses en Colombia, suelo viajar a Ghana cada dos años y regreso a España una o dos veces al año, siento que Santander siempre es mi casa y el mar me hace falta. Me gusta mi estilo de vida, no es algo forzado, es algo que hemos ido logrando con los años, ¡Somos unos privilegiados!
SMLXL