Hemos tomado una decisión, vamos a llevar a Lucía a una guardería mediodía. Desde hace tiempo vengo reflexionando y conversando con diferentes personas sobre los modelos de crianza, estilos de vida y propósitos familiares, ahora toca diseñar el nuestro, llego Lucía y estamos metidos en esto.
La primera decisión fue seguir viviendo en Tabio, un paraíso natural, un espacio verde para la crianza, para el contacto con animales y plantas, para respirar aire limpio, para cultivar un corazón y alma puros. Desde los primeros días Lucía me ayuda a dar de comer al perro y a las gallinas, a recoger los huevos y a regar la huerta, le encanta comer las fresas.
Después comenzamos a valorar diferentes opciones, sobre cuando empezaría a la guardería. Finalmente nos decidimos porque entre unas horas en la mañana desde abril, para poder trabajar de 4am a 12pm y recogerla al mediodía, para subir mi productividad en horas de la mañana y tomarme libre el resto del día y disfrutar de su compañía. Se trata de un espacio que la permite relacionarse y aprender con otros niños, para después disfrutar de la tarde juntos, aprendiendo, jugando, conversando, pero sobre todo compartiendo. Definitivamente entendemos que lo más importante que necesita un niño es tiempo, es dedicación y esa es la prioridad de esta decisión.
Por otra parte, comenzamos a realizar algunos viajes, para que vea mundo, para que conozca Colombia, para que se acostumbre a viajar desde pequeña con Papa y Mama y luego lo haga sola. Fuimos a Chicaque y disfrutamos del albergue, las caminatas, la cascada y sobre todo la cabalgata. También fuimos a Chingaza, dormimos en carpa, caminamos por senderos de montaña, tiramos piedras y nos bañamos en el río, vimos Venados y un Oso, fue un paseo hermoso.
Queremos criar a Lucía en un ambiente sano, más naturaleza que tecnología, más tiempo con ella que en la guardería, más comida sana que chatarra, más lectura y pintura que ver televisión, más juegos que juguetes, más amor que caprichos, más viajes que solo disfrutarla los domingos.
