Hoy sigo escribiendo, primero porque es jueves, y ese día fue el que me bloqueaba para escribir mi primer libro, pero segundo y más importante porque quiero seguir haciéndolo, porque no quiero dejar este hábito sino cultivarlo, porque quiero aprender a expresarme mejor, quiero inspirar a otras personas y para ello sigo practicando aquí y ahora.
Hoy escuchaba a Ricky Rubio (reconocido jugador y reciente ganador de la copa del mundo de Baloncesto), hablar sobre su entrenamiento profesional y la importancia de practicar. Mencionaba una anécdota de Michel Jordan tirando un tiro libre con los ojos cerrados, hasta ese nivel de destreza y de confianza llega el poder de la práctica, por eso no debemos asociarla solo a los deportistas de élite sino entrenar como ellos en lo que nos interese. Al llegar a la NBA Ricky comentaba que cada año era más exigente, que entrenaba duro en verano pero sobre todo una vez comenzada la temporada, que se enfocaba en entrenar todo lo posible para tirar un tiro libre, y cuando había que hacerlo, el resultado era ya lo de menos.
Todos los jueves durante tres meses los dediqué a dar forma al libro “Un camino hacia el alma”, después me enfoque en buscar editorial y lograr que lo publicaran. Pero con el tiempo, sentía que debía seguir haciéndolo, no solo escribir mi diario sino compartir mis impresiones y reflexionar en voz alta sin miedo a nada. Para ello cree un blog y escribo cada semana, sobre mi forma de ver la vida, compartiendo ideas o estrategias probadas.
Con las conferencias he seguido la misma estrategia, en lugar de prepararlas en casa delante de un espejo, o no arriesgarme hasta tener la confianza y experiencia suficiente, me puse a practicarlas con público, a regalarme en organizaciones sociales y universidades, compartiendo con la gente y aprendiendo a contar mejores historias con un mensaje transcendente. Después de 5 años me siento muy a gusto con el resultado, conecto muy bien con jóvenes y empresarios, hablo de temas que me apasionan y no trato de vender la moto a nadie, sino de acompañar personas y organizaciones en su búsqueda de propósito, para construir un mundo más humano despertando conciencia sobre nuestros actos cotidianos.
Me gusta escribir, me gusta hablar, pero sobre todo me gusta diseñar. Es otra forma de entrenar, mejorar las experiencias de voluntariado de Hola Ghana. Cada año nos planteamos un nuevo reto, superar las expectativas de los voluntarios y financiar proyectos de cooperación que transformen la realidad, de forma sostenible y con gente local. Sigo entrenando a diario y algún día lograré la excelencia y llegarán grandes resultados!
